MEJORANDO NUESTRO VOCABULARIO
En esta entrada de blog me gustaría centrarme en la adquisición de lenguaje en el plano melódico. Es decir, cómo conseguir que todos los esfuerzos que realizamos por aprender un solo o un fragmento melódico (lick) pasen a formar parte de nuestro material personal, mejorando así nuestro vocabulario.
La idea principal es que si no le sacamos el máximo partido a todo el material que aprendemos, utilizándolo siempre que podamos, nos daremos cuenta de que la brecha entre lo que técnicamente podemos tocar y aquello que somos capaces de crear a tiempo real, cada vez se hace más grande. Nuestro objetivo no es aprender solos por el placer técnico de pasearnos por la guitarra y de ser obedientes en el sentido de poner los dedos donde nos dicen que debemos ponerlos.
Queremos que esos solos a los que tenemos tanto cariño nos transformen, nos motiven a crear melodías parecidas, a entender el mástil de una manera diferente, a mejorar musicalmente. En definitiva, a que enriquezcan nuestro vocabulario, consiguiendo así que con el paso de los años, nuestras improvisaciones tengan mayor contenido musical y no simplemente un mayor despliegue técnico.
“El material es valioso en función del uso que puedas darle. La disponibilidad de tiempo solo es importante si nos ayuda a mejorar la eficacia de nuestro material. Disponer de una hora extra al día sería un regalo para casi todos, excepto para el que está encerrado en una celda. Debemos usar el tiempo para mejorar nuestro material, no simplemente para tener más. Tanto el material por sí mismo como el tiempo desperdiciado son igualmente inútiles para alcanzar nuestros objetivos”.
Garry Kasparov.
Dichos solos serán nuestros mecenas musicales, nuestras referencias y por lo tanto, nuestra principal influencia. Con el tiempo, y después de haberle sacado partido a muchos solos, empezaremos a tener un vocabulario propio, unos caminos propios y sobre todo, un criterio propio para la creación de melodías.
“Para quien estudia con el fin de comprender los libros, los estudios son peldaños de una escalera por la que asciende hacia la cima del conocimiento: a cada paso que da va dejando atrás cada uno de los escalones. Por contra, los muchos que estudian para llenar su memoria no utilizan los escalones de la escalera para subir, sino que cargan a cuestas con la escalera, alegrándose de llevar el peso de esa carga. Permanecen eternamente abajo, portando lo que debería haberles transportado”.
Shopenhauer.
LAS FASES DEL APRENDIZAJE
Cuando alguien decide aprender a tocar la guitarra, puede fácilmente ubicarse en alguna de estas cuatro fases del aprendizaje:
- Incompetencia inconsciente: donde se tiene buena voluntad y predisposición para aprender aunque no se sea consciente de que haya cosas que no se estén haciendo bien. Esta es una fase de juego y experimentación con el instrumento.
- Incompetencia consciente: donde mediante el estudio y la investigación se toma conciencia de que parte de la técnica no ayuda a mejorar por lo que se deben hacer algunos ajustes.
- Competencia consciente: donde se toma conciencia y control sobre el instrumento y se sabe qué hay que hacer para conseguir los resultados deseados.
- Competencia inconsciente: donde después de muchos años de trabajo deliberado, la música, simplemente, ocurre.
La mayoría de los músicos nos encontramos en la fase 3. Es decir, sudamos tinta para conseguir algo que podemos considerar artísticamente bueno. Después están aquellos que parecen dejarse llevar, flotar y conseguir que su música salga de forma natural y sin apenas esfuerzos, consiguiendo que el instrumento sea una prolongación de todas las ideas que llevan dentro y obteniendo resultados de gran calado. Estos músicos son los que inspiran y sirven de referencia a las futuras generaciones de guitarristas.
“Los hombres vivimos en un horizonte de modelos; sin poder evitarlo, desde antes de ser sujetos, nuestro yo está expuesto a la influencia de las conductas de los otros y ésta no cesa cuando el hombre adquiere una subjetividad autónoma. Por otra parte, no podemos evitar tampoco ser modelo constante para los demás y que nuestro comportamiento se les ofrezca a éstos como ejemplo o antiejemplo. Somos ejemplos rodeados de ejemplos, envueltos en una red de influencias recíprocas”.
Javier Gomá Lanzón.
Como cada músico decide lo que considera artísticamente superior, cada uno de nosotros tendrá unos referentes musicales que forjarán nuestro vocabulario y nuestra manera de entender la música, al igual que ocurre en la literatura o en el cine. No voy a decidir qué libros deberías leer o qué cine deberías ver pero piensa que la música que escuches y con la que aprendas educará tu oído musical, tu intuición y tu vocabulario.
Escuchamos música no como un mero entretenimiento sino como un forma de aprendizaje ininterrumpido. Debemos pensar en nuestras referencias no como una moda pasajera sino como un maestro o maestra del cual queremos aprender, empaparnos. No vamos a aprender un solo como pasatiempo sino con el claro objetivo de ampliar nuestro lenguaje y mejorar la manera en que nos comunicamos con otros músicos.
Por este motivo, en esta entrada de blog dejaré a tu elección qué músicos te servirán de guía para adquirir lenguaje y yo trataré de ayudarte a que le saques el máximo partido a todo el esfuerzo que conlleva aprenderte sus solos. ¡Empecemos!
LIBERANDO A LA MENTE DE PREJUICIOS
Cuando decides aprenderte un solo o un fragmento del mismo, tu mente establece un contexto. Ese contexto viene determinado por la música que acompaña al solo: instrumentos involucrados, tempo, acompañamiento de batería, progresión de acordes, tonalidad, etc. Tu mente se aferra a este contexto con mucha fuerza por lo que es altamente probable que cuando toques con otros músicos y busques todas aquellas frases que te aprendiste, éstas no surjan de forma natural simplemente porque tu mente no reconoce que estés en el mismo contexto y por lo tanto, acostumbra a ponerte algunas trabas.
Así que si quieres aprovechar cada lick de tu solo favorito, debes aprenderlo bien de inicio y demostrarte, liberando a la mente de prejuicios, que esas frases pueden funcionar aunque las condiciones iniciales hayan cambiado.
Este paso requiere determinación, esfuerzo y sobre todo, implicación y creatividad por tu parte. Cuando te aprendes un solo no hay mucho donde decidir ya que está todo dicho: notas, ritmo, articulación, posición en la cual vas a aprender cada fragmento, etc. Aprenderlo es más una cuestión técnica que creativa, y al terminar, pasas a formar parte del conjunto de personas que decidieron aprenderse ese mismo solo.
Sin embargo, cuando quieres aprovechar el solo debes aprender desde un primer momento a modificar ligeramente las ideas originales para que encajen lo mejor posible en el nuevo contexto, y esto es algo que dos personas harían de formas muy distintas por lo que tu creatividad lo es todo. Todos bebemos de las mismas fuentes pero tus elecciones como músico generarán un material totalmente único.
“La comprensión de un texto no es algo que se recibe de regalo: exige trabajo paciente de quien se siente problematizado por él. El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”.
Paulo Freire.
Es muy posible que no puedas respetar las figuras rítmicas del solo original porque el tempo de repente sea mucho más rápido y te veas desbordado/a. También es posible que las frases no te suenen igual de bien debido al cambio en el orden de los acordes involucrados. Esto es muy normal. Recuerda que las notas del solo original suenan tal cual suenan gracias a la progresión de acordes que las acompaña.
Dicho de otra manera, el solo está compuesto para una progresión de acordes concreta por lo que si ésta se modifica, el efecto de esas mismas notas va a sonar diferente en nuestros oídos. Las notas suenan como suenan o tienen el efecto que tienen por estar en interacción con un acorde en concreto. Si el acorde cambia, tu expectativa sonora también lo hará. Pero eso no debe preocuparte ahora.
Tu primer objetivo es demostrarte que tus dedos pueden recorrer las mismas notas del solo original sobre el nuevo contexto, haciendo los cambios rítmicos necesarios para ajustarte al tempo actual. Es decir, debes empezar a superar el problema de la velocidad mediante el uso de tu creatividad. Cuando hayas derribado ese primer muro, podrás seguir avanzando.
“Un requisito previo para la originalidad es sin duda que una persona no se sienta inclinada a imponer sus ideas preconcebidas sobre un hecho cuando está ante él. Más bien ha de estar dispuesta a aprender algo nuevo, incluso aunque esto signifique que las ideas o conceptos con los que se siente identificada se derrumben”.
David Bohm.
Si aprovechas cada momento de improvisación para practicar tus frases favoritas, nunca se te olvidarán y lo más importante, cada vez las tocarás mejor y de una manera más natural y personal. ¿Ya has elegido las tuyas?
ANALIZA CADA FRAGMENTO DE TU SOLO
Como te comenté antes, si tu objetivo es tocar un solo, no tienes necesidad de saber nada sobre él. Todo lo que tienes que hacer es seguir las instrucciones de la partitura para llegar al resultado, al igual que harías con una receta de cocina. El problema de no profundizar y no esforzarte en querer entender el solo es que pierdes la capacidad de decidir cómo cambiar o añadir notas o bien, tocarlo en otra tonalidad. En definitiva, sacarle el máximo partido. Veamos algunos de los puntos que considero fundamentales cuando te aprendes un solo o un fragmento del mismo:
1) Analiza la tonalidad:
Cuando te aprendes un solo es importante que sepas en qué tonalidad (mayor/menor) ha sido compuesto. ¿Por qué? Recuerda que no quieres aprenderte un solo como el burro y la zanahoria, simplemente obedeciendo órdenes sobre qué nota y ritmo utilizar. Quieres aprovecharlo al máximo y poder transportarlo a todas las tonalidades. No siempre te juntarás con otros músicos a tocar canciones en el tono que te sepas. Debes ser versátil para poder adaptar tus frases favoritas a cualquier tonalidad.
Una vez sepas la tonalidad, debes relacionar visualmente tus frases con la tónica más cercana. No vale cualquier tónica sino únicamente aquella que visualmente esté más cerca. Si relacionas tu frase con una tónica y la tónica cambia, simplemente deberás trasladar todas las frases hasta que guarden la misma relación visual con la nueva tónica, que la buscarás en la misma cuerda que la tónica original.
Por ejemplo, si la frase original ha sido compuesta desde una tónica en 3ª cuerda y quieres cambiar de tónica, la buscarás también en la 3ª cuerda y así podrás trasladar las frases al 100%, sin preocuparte de cambiar la digitación. Recuerda que si la tónica la encuentras en otra cuerda, deberás pensar en conseguir esas mismas notas de otra forma debido a la afinación irregular del instrumento.
Si además de relacionar el solo con la tónica, relacionas esa tónica con la escala mayor/menor, no reducirás el solo a notas sueltas sino a notas que están en el contexto de la escala que ya conocías, pudiendo ver qué notas pertenecen o no a dicha escala.
2) Mejorando tu visualización:
Si la frase original se tocaba en el traste 12 y ahora quieres repetirla en otro tono desde el traste 2, te darás cuenta de que ahora la frase “ocupa más espacio”. Me explico. Imagínate una fotografía tamaño carnet que la haces más grande proporcionalmente. Reconoces que es la misma imagen pero ahora está todo más separado, ocupa más. Esto es lo que ocurre cuando transportas las frases en música. Dependiendo de la región en la que te la aprendas, las frases “ocuparán” más o menos espacio, aunque todas ellas sean proporcionalmente equivalentes.
Esto es algo a lo que visualmente debes acostumbrarte porque la memoria muscular no te ayudará tanto. En los primeros trastes tienes que estirar la mano o hacer más fuerza en los bendings de lo que harías en el traste 12. Si cuando cambias el solo a otra zona del instrumento pierdes tus referencias visuales, retoma el solo original y analiza en detalle las distancias entre sus notas, es decir, los trastes que separan unas frases de otras.
3) Analiza la progresión de acordes:
El solo suena como suena, entre otros motivos, por el acompañamiento musical. Si los acordes cambian, la sensación cambia por completo. Entender el solo en relación con los acordes te dará información sobre por qué el músico eligió dichas notas y no otras.
Es por este motivo que si cambia la progresión de acordes y te empeñas en dejar intactas las frases, el resultado no será tal cual lo tenías previsto. Recuerda que improvisar consiste en hacer pequeños ajustes a tiempo real de las frases originales para que éstas se adapten al nuevo contexto. Antes ya habías practicado la creatividad para modificar el ritmo de algunas frases. Ahora te toca trabajar la creatividad para modificar algunas de las notas. Lo bueno de repetir constantemente pequeñas frases es que aprenderás a cantarlas a la perfección y por lo tanto mejorará tu intuición para saber qué nota o notas cambiar para obtener los resultados deseados.
“Aprender no solo es percibir y alcanzar el significado de lo percibido y su memorización, sino fundamentalmente asociar percepciones o ideas y encontrar en ellas nuevos significados. Aprender no es como un “rayo”, una sacudida que de pronto con su luz ilumina el significado de lo aprendido. Aprender es un laborioso proceso que necesita de un tempo pausado, necesario, compuesto de multitud de ingredientes cognitivos, entre ellos la emoción, que permiten realizar esa tarea y alcanzar el significado de lo que se intenta aprender. Pero aun tras haber alcanzado esto, todavía se requiere de un largo proceso de clarificación y limpieza de errores. Esta clarificación exige de la repetición constante de lo aparentemente aprendido, rectificando con ello los equívocos y errores que se cometen”.
Francisco Mora
4) Combina las frases a tu gusto:
El solo original ejecuta las diferente frases en un orden establecido pero cuando improvisas puedes reordenar, modificar, cambiar y alterar dichas frases a tu gusto. Es un juego donde tu creatividad lo es todo. Mezcla el principio de una frase con el final de otra, el ritmo de una con las notas de otra, etc. Las opciones son infinitas pero seguro que mediante la experimentación empiezas a crear algunas opciones preferidas, tus propios caminos.
“El mejor recurso para comprender es producir. Lo que, más o menos, se aprende por sí mismo, es lo que se aprende más sólidamente y lo que mejor se conserva”.
Immanuel Kant.
CONCLUSIONES
Cada solo te enseña a visualizar la guitarra de una forma distinta. En ocasiones, te ayuda a ver el instrumento de una forma totalmente nueva, abriendo unas puertas que antes no veías. Un solo no da satisfacción únicamente por tocarlo sino por utilizarlo a tu manera. Si cuando lees un libro y ves una palabra desconocida no la buscas en el diccionario porque esperas entenderla por el contexto, nunca la aprenderás y por lo tanto, nunca la utilizarás. Siempre esperarás a que el contexto te ayude. Debes acostumbrarte a llevar contigo una libreta de “nuevo vocabulario” si tienes el objetivo de ampliarlo.
De la misma manera, te animo a que inaugures tu libreta de licks en la cual anotes todas tus influencias. Las combinaciones creativas no serán necesarias ya que las generarás en el momento de la improvisación. Pero lo que no debes olvidar es la fuente, que no es otra cosa que la base desde la cual obtienes todo tu fraseo. Espero que ya hayas escogido tus solos favoritos y empieces a sentir cómo éstos te ayudan a improvisar con un sentido musical y no únicamente utilizando las notas de la escala.
“Leer es algo más creador que el paseo simple o ingenuo sobre las palabras. Leo tanto más y mejor cuando, enterándome de la esencia de lo que leo, me voy haciendo capaz de reescribir a mi manera lo leído y de escribir por mi cuenta lo aún no escrito. No es posible separar el leer del escribir”.
Paulo Freire.